El Blog de 3º C y 4º C Diversificación del IES. " Humanejos". Porque creemos en la escuela pública de calidad, de todos y para todos.
viernes, 22 de marzo de 2013
La imagen de la mujer en las películas de dibujos animados y en las canciones
Los alumnos de 3º se unieron a los alumnos de 2º E y F de Refuerzo de Lengua y, juntos, analizamos cómo ha evolucionado la imagen de la mujer en tres películas de dibujos animados:
Como vimos, a pesar de la aparente evolución, a la mujer se la sigue dotando de los estereotipos femeninos de cuidado, preocupación por su propia imagen o dependencia del hombre.
Después, comprobamos cómo en las canciones se siguen transmitiendo estos mismos estereotipos:
Día de la Mujer 8 de marzo
¿Por qué hay que celebrar un día de la mujer? Algunos de vosotros todavía lo preguntáis. ..Porque todavía queda mucho camino para equipararnos hombres y mujeres, por eso, es todavía necesario.
Además, asisitisteis a la charla que Alicia Miyares, experta en Igualdad y profesora de Filosofía, os dio sobre los estereotipos que inundan el mundo de la publicidad y los libros de texto.
Preparamos el mural para los dos vestíbulos de los pabellones del centro en los que estudiamos quiénes fueron las principales luchadoras por la igualdad de la mujer:
Además, asisitisteis a la charla que Alicia Miyares, experta en Igualdad y profesora de Filosofía, os dio sobre los estereotipos que inundan el mundo de la publicidad y los libros de texto.
Preparamos el mural para los dos vestíbulos de los pabellones del centro en los que estudiamos quiénes fueron las principales luchadoras por la igualdad de la mujer:
martes, 5 de marzo de 2013
Preparando nuestro contraanuncio
Os dejo una presentación con contraanuncios muy impactantes. Perdonad que algunas grafías no estén bien escritas; no puedo modificarlas, pero las imágenes son tan buenas que merecía la pena colgarlo. Aviso, algunas son tan fuertes, que podrían herir la sensibilidad...
Publicidades impactantes
Cinquillo de verbos
Hoy hemos empezado a construir nuestro cinquillo de verbos, que contará con los 10 tiempos del Indicativo, los 4 usados en el Subjuntivo y las 2 personas del Presente de Imperativo.
El cinquillo es un juego de mesa de cuatro o más jugadores al que se suele jugar con una baraja española. Consiste en formar escaleras a partir del cinco de cada palo (del seis al rey se colocan por encima del cinco, y del cuatro al as, por debajo). Las escaleras se configuran según van aportando cartas por turnos los jugadores y se colocan encima de la mesa. Si no pueden añadir un carta, tienen que pasar hasta su siguiente turno. Gana quien antes se quede sin cartas. El orden de colocación en nuestro cinquillo de verbos sería el siguiente:
Nuestros cincos serán los comodines que hemos decicido que serán las cartas que lleven una pegatina que indique el nombre de nuestro blog, Doble D.
Es una variante del cinquillo, el conocido juego de cartas. Los alumnos deben colocar las cartas en el orden correcto, una por cada turno. El que antes se queda sin cartas, gana. Ejemplo de carta:
Es una variante del cinquillo, el conocido juego de cartas. Los alumnos deben colocar las cartas en el orden correcto, una por cada turno. El que antes se queda sin cartas, gana. Ejemplo de carta:
Mañana, practicaremos con algunas partidas. Al poner la carta, cada alumno debe decir la persona, número, tiempo y modo de la forma verbal que coloca.Espero que de este modo os sea más atractivo el estudio de la conjugación verbal.
¿Qué es un "stop motion"?
El stop-motion es una técnica de que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos capturando fotografías. En general se denomina de stop motion a las que no entran en la categoría de dibujo animado, esto es, que no fueron dibujadas ni pintadas, sino que fueron creadas tomando imágenes de la realidad.
Hay dos grandes grupos de animaciones stop-motion: La animación de plastilina (o cualquier material maleable), en "claymation", y las animaciones de objetos (más rígidos).
Los orígenes de esta técnica se funden con los del cinematógrafo. Entre sus pioneros se encuentran el Sovietico Ladislaw Starewicz, quien en el año 1905 realiza una de las primeras películas stop motion utilizando como modelos insectos reales, "La venganza del camarógrafo" en donde la familia escarabajo se destruye por causa de la infidelidad de los dos esposos, y posteriormente Starewicz realiza múltiples películas más.
En España numerosos cineastas utilizan en la actualidad esta técnica. En los últimos años se han podido ver obras muy interesantes de autores como Pablo Llorens (Gastropotens, El enigma del chico croqueta), Rodolfo Pastor (Capelito), Marc Riba y Anna Solanas ( El negre és el color dels Déus, La Lupe i en Bruno, Violeta, la pescadora del mar negro", Juan Pablo Etcheverri (De tripas corazón, Minotauromaquia), Sam (Encarna, Hermético)y Virginia Curiá y Tomás Conde (A escola das areas, Os defuntos falaban castelao). También encontramos algunos animadores que realizan su actividad en el exterior, como Pascual Pérez ("Wallace y Gromit: la maldición de las verduras", "Creature comforts", "Angry kid", "Rex the runt", "robie the reindeer" o Yago Álvarez ("Creature Comforts"animadores de la factoría Aardman).
Algunos ejemplos:
Hay dos grandes grupos de animaciones stop-motion: La animación de plastilina (o cualquier material maleable), en "claymation", y las animaciones de objetos (más rígidos).
Los orígenes de esta técnica se funden con los del cinematógrafo. Entre sus pioneros se encuentran el Sovietico Ladislaw Starewicz, quien en el año 1905 realiza una de las primeras películas stop motion utilizando como modelos insectos reales, "La venganza del camarógrafo" en donde la familia escarabajo se destruye por causa de la infidelidad de los dos esposos, y posteriormente Starewicz realiza múltiples películas más.
En España numerosos cineastas utilizan en la actualidad esta técnica. En los últimos años se han podido ver obras muy interesantes de autores como Pablo Llorens (Gastropotens, El enigma del chico croqueta), Rodolfo Pastor (Capelito), Marc Riba y Anna Solanas ( El negre és el color dels Déus, La Lupe i en Bruno, Violeta, la pescadora del mar negro", Juan Pablo Etcheverri (De tripas corazón, Minotauromaquia), Sam (Encarna, Hermético)y Virginia Curiá y Tomás Conde (A escola das areas, Os defuntos falaban castelao). También encontramos algunos animadores que realizan su actividad en el exterior, como Pascual Pérez ("Wallace y Gromit: la maldición de las verduras", "Creature comforts", "Angry kid", "Rex the runt", "robie the reindeer" o Yago Álvarez ("Creature Comforts"animadores de la factoría Aardman).
Algunos ejemplos:
Escribimos un cuento
Hemos escrito un cuento. ¿Recuerdas qué elementos contenía el texto narrativo?
LA ACCIÓN:
¿Qué se cuenta?
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¿Son reales o ficticios los hechos que cuentas? Piensa en la secuencia de acciones que se van a suceder.
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LOS PERSONAJES:¿Quiénes son los protagonistas?
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¿Cómo se llaman? ¿Cómo actúan? ¿Qué sienten? ¿Cómo son físicamente? ¿Cómo se relacionan entre sí?
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EL MARCO ESCÉNICO: ¿en qué lugar y en qué época se sitúa la historia?
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¿En qué época ambientas la historia? ¿Es pasado, presente o futuro? Concreta todo lo que desees.
¿En qué lugares transcurren los hechos? Descríbelos brevemente.
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EL NARRADOR:
¿quién cuenta la historia?
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¿En qué persona gramatical vas a narrar? ¿Interviene el narrador en la historia? ¿Es un narrador omnisciente u observador?
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LA ESTRUCTURA:
¿en qué partes se divide el relato?
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¿Vas a seguir la estructura tradicional de presentación-nudo-desenlace o vas a emplear otra? ¿Va a haber saltos en el tiempo hacia atrás o hacia delante?
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El LENGUAJE Y LAS FORMAS DE EXPRESIÓN:
¿cómo se escribe el relato? |
¿Vas a emplear un nivel culto o estándar? ¿Vas a escribir diálogos? ¿Y descripciones?
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EL TEMA:
¿de qué trata?
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¿De qué va a tratar tu historia? ¿Amor, aventuras, misterio, terror, ciencia ficción,…?
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EL TONO:
¿cómo lo cuentas?
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¿Vas a escribir tu texto de forma seria o humorística o crítica o moralizante?
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EL DESTINATARIO:
¿a quién va dirigido?
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¿Es una historia para niños o para jóvenes o para adultos?
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Para los que no tengáis muy claro cómo empezar, os dejo a continuación un cuento de Bernardo Atxaga, Para escribir un cuento en cinco minutos, entresacado de su magnífico libro de relatos Obabakoak, que os puede dar alguna pista para vuestra creación.
PARA ESCRIBIR UN CUENTO EN CINCO MINUTOS
Para escribir un cuento en sólo cinco minutos es necesario que consiga -además de la tradicional pluma y del papel blanco, naturalmente- un diminuto reloj de arena, el cual le dará cumplida información tanto del paso del tiempo como de la vanidad e inutilidad de las cosas de esta vida; del concreto esfuerzo, por ende, que en ese instante está usted realizando. No se le ocurra ponerse delante de una de esas monótonas y monocolores paredes modernas, de ninguna manera; que su mirada se pierda en ese paisaje abierto que se extiende más allá de su ventana, en ese cielo donde las gaviotas y otras aves de mediano peso van dibujando la geometría de su satisfacción voladora. Es también necesario, aunque en un grado menor, que escuche música, cualquier canción de texto incomprensible para usted: una canción, por ejemplo, rusa. Una vez hecho esto, gire hacia dentro, muérdase la cola, mire con su telescopio particular hacia donde sus vísceras trabajan silenciosamente, pregúntele a su cuerpo si tiene frío, si tiene sed, frío-sed o cualquier otro tipo de angustia. En caso de que la respuesta fuera afirmativa, si, por ejemplo, siente un cosquilleo general, evite cualquier forma de preocupación, pues sería muy extraño que pudiera encaminar su trabajo ya en el primer intento. Contemple el reloj de arena, aún casi vacío en su compartimiento inferior, compruebe que todavía no ha pasado ni medio minuto. No se ponga nervioso, vaya tranquilamente hasta la cocina, a pasitos cortos, arrastrando los pies si eso es lo que le apetece. Beba un poco de agua -si viene helada no desaproveche la ocasión de mojarse el cuello- y antes de volver a sentarse ante la mesa eche una meada suave (en el retrete, se entiende, porque mearse en el pasillo no es, en principio, un atributo de lo literario).
Ahí siguen las gaviotas, ahí siguen los gorriones, y ahí sigue también -en la estantería que está a su izquierda- el grueso diccionario. Tómelo con sumo cuidado, como si tuviera electricidad, como si fuera una rubia platino. Escriba entonces -y no deje de escuchar con atención el sonido que produce la plumilla al raspar el papel- esta frase: Para escribir un cuento en sólo cinco minutos es necesario que consiga.
Ya tiene el comienzo, que no es poco, y apenas si han transcurrido dos minutos desde que se puso a trabajar. Y no sólo tiene la primera frase; tiene también, en ese grueso diccionario que sostiene con su mano izquierda, todo lo que le hace falta. Dentro de ese libro está todo, absolutamente todo; el poder de esas palabras, créame, es infinito.
Déjese llevar por el instinto, e imagine que usted, precisamente usted, es el Golem, un hombre o mujer hecho de letras, o mejor dicho, construido por signos. Que esas letras que le componen salgan al encuentro -como los cartuchos de dinamita que explotan por simpatía- de sus hermanas, esas hermanas dormilonas que descansan en el diccionario.
Ha pasado ya algún tiempo, pero una ojeada al reloj le demuestra que ni siquiera ha transcurrido aún la mitad del que tiene a su disposición.
Y de pronto, como si fuera una estrella errante, la primera hermana se despierta y viene donde usted, entra dentro de su cabeza y se tumba, humildemente, en su cerebro. Debe transcribir inmediatamente esa palabra, y transcribirla en mayúsculas, pues ha crecido durante el viaje. Es una palabra corta, ágil y veloz; es la palabra RED.
Y es esa palabra la que pone en guardia a todas las demás, y un rumor, como el que se escucharía al abrir las puertas de una clase de dibujo, se apodera de toda la habitación. Al poco rato, otra palabra surge en su mano derecha; ay, amigo, se ha convertido usted en un prestidigitador involuntario. La segunda palabra desciende de la pluma deslizándose a dos manos para luego saltar a la plumilla y hacerse con la tinta un garabato. Este garabato dice: MANOS.
Como si abriera un sobre sorpresa; tira de la punta de ese hilo (perdóneme el tuteo, al fin y al cabo somos compañeros de viaje), tira de la punta de ese hilo, decía, como si abrieras un sobre sorpresa. Saluda a ese nuevo paisaje, a esa nueva frase que viene empaquetada en un paréntesis: (Sí, me cubrí el rostro con esta tupida red el día en que se me quemaron las manos).
Ahora mismo se han cumplido los tres minutos. Pero he aquí que no has hecho sino escribir lo anterior cuando ya te vienen muchas oraciones más, muchísimas más, como mariposas nocturnas atraídas por una lámpara de gas. Tienes que elegir, es doloroso, pero tienes que elegir. Así pues, piénsalo bien y abre el nuevo paréntesis: (La gente sentía piedad por mí. Sentía piedad, sobre todo, porque pensaba que también mi cara había resultado quemada; y yo estaba segura de que el secreto me hacía superior a todos ellos, de que así burlaba su morbosidad).
Todavía te quedan dos minutos. Ya no necesitas el diccionario, no te entretengas con él. Atiende sólo a tu fisión, a tu contagiosa enfermedad verbal que crece y crece sin parar. Por favor, no te demores en transcribir la tercera oración: (Saben que yo era una mujer hermosa y que doce hombres me enviaban flores cada día).
Transcribe también la cuarta, que viene pisando los talones a la anterior, y que dice: (Uno de esos hombres se quemó la cara pensando que así ambos estaríamos en las mismas condiciones, en idéntica y dolorosa situación. Me escribió una carta diciéndome, ahora somos iguales, toma mi actitud como una prueba de amor).
Y el último minuto comienza a vaciarse cuando tú vas ya por la penúltima frase: (Lloré amargamente durante muchas noches. Lloré por mi orgullo y por la humildad de mi amante; pensé que, en justa correspondencia yo debía hacer lo mismo que él: quemarme la cara).
Tienes que escribir la última nota en menos de cuarenta segundos, el tiempo se acaba: (Si dejé de hacerlo no fue por el sufrimiento físico ni por ningún otro temor, sino porque comprendí que una relación amorosa que empezara con esa fuerza habría de tener, necesariamente, una continuación mucho más prosaica. Por otro lado, no podía permitir que él conociera mi secreto, hubiera sido demasiado cruel. Por eso he ido esta noche a su casa. También él se cubría con un velo. Le he ofrecido mis pechos y nos hemos amado en silencio; era feliz cuando le clavé este cuchillo en el corazón. Y ahora solo me queda llorar por mi mala suerte).
Y cierra el paréntesis -dando así por terminado el cuento- en el mismo instante en que el último grano de arena cae en el reloj.
Y, AHORA; ¡MANOS A LA OBRA!. Vuestro cuento comenzará con la oración:
" Tenía su misma cara. No, el lunar no estaba en el mismo lugar de la mejilla."
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